Un atrapamoscas artificial abre nuevos caminos en el desarrollo de la robótica blanda
El mecanismo de la planta carnívora venus atrapamoscas ha inspirado la creación de una trampa artificial que se activa únicamente por medio de la luz.
Nature Communications
La venus atrapamoscas (Dionaea muscipula) es una planta carnívora que utiliza sus hojas para atrapar insectos gracias a una rápida y sutil maniobra desencadenada por el contacto con estos pequeños animales. Ahora, investigadores de la Universidad Tecnológica de Tampere, en Finlandia, han logrado construir una trampa artificial que responde esencialmente al mismo principio pero que, en lugar de cerrarse por el contacto de un objeto, lo hace con la luz. Se trata del primer microrrobot blando autónomo controlado por luz que puede reconocer y atrapar objetos.
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